HISTORIA DE LOS ROSARIOS PÚBLICOS EN ALCALÁ DE LOS GAZULES (*)
(*) Publicado en la revista Nuestro Patrimonio, 2006
Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez1. La devoción al Rosario
La devoción al Rosario es una de las más extendidas por la geografía andaluza, presente desde hace más de cuatro siglos En este artículo haremos una breve introducción al fenómeno rosariano para luego incidir en la vertiente pública de los mismos y su propagación a través de las predicaciones del misionero capuchino fray Pablo de Cádiz por toda la provincia y en particular en Alcalá.
1.1 El Rosario en Cádiz
En Cádiz capital la devoción rosariana se extiende con fuerza en el siglo XVI donde hemos podido documentar una cofradía propia en 1575[1]. Pero no es este un caso aislado ya que hemos documentado otras cofradías como las de Chiclana, la cual existía ya en 1551; Puerto Real, existente en 1587[2]; Conil, al menos desde 1577[3]; Rota, existente en 1587[4]; o Medina, al menos desde 1570[5]. Y así en la práctica totalidad de localidades de la provincia.
1. 2 El Rosario en Alcalá
Evidentemente Alcalá, una de las localidades con más población de la diócesis (en el siglo XVI la población de Alcalá era superior a la de Cádiz), no podía ser menos en la devoción al Rosario. Así, hemos documentado la existencia de la cofradía del Rosario de Alcalá al menos desde el 12 de Octubre de 1551, fecha en que aparece mencionada junto a las cofradías de la Misericordia y Vera Cruz[6]. A partir de aquí las referencias a esta cofradía son innumerables durante los siglos XVI a XVIII lo cual demuestra que esta era la cofradía con más devoción en Alcalá[7]. Esta hermandad como sabemos encarga la imagen de su titular a Juan Martínez Montañés en 1590. Hemos podido saber también que en 1623[8] Catalina de Ortega lega 240 reales para el dorado del retablo, retablo que se conserva en la actualidad en la capilla sacramental de San Jorge aunque con una imagen que no es la titular de Montañés la cual se encuentra en una pequeña hornacina en el lado izquierdo de dicha capilla. Por último, el platero jerezano Juan Díaz de Mendoza realizó las andas de plata de esta cofradía en 1634[9]. Este artista fue también el autor en 1680 de las andas de plata de la cofradía de Nuestra Señora de los Santos, las cuales al parecer son las que se conservan en la actualidad.
2. Los Rosarios públicos
Un rosario público es una manifestación de fe en la calle que consiste en el rezo en común del rosario fuera de los templos bajo una serie de normas básicas. Su inicio tuvo lugar en Sevilla relacionado con las predicaciones del dominico fray Pedro de Ulloa[10], pero su conformación definitiva se debe a la figura del capuchino fray Pablo de Cádiz (1643-1694)[11].
2.1 Fray Pablo de Cádiz
El fenómeno de los rosarios públicos necesitaba de ser regulado y es aquí donde el clero ve la necesidad de dar forma a esta devoción para que no se le escape de las manos. Así lo entendieron el obispo de Cádiz, José de Barcia, y el capuchino fray Pablo de Cádiz, auténtico conformador de estos rosarios públicos.
Las ordenanzas de las “Compañías Espirituales del Ave María del Santísimo Rosario”[12] fueron aprobadas por José de Barcia y Zambrana, obispo de Cádiz y Algeciras, el 19 de Junio de 1693. En cuanto a la organización de la procesión, fray Pablo dice que asistirán “175 hermanos todas las noches de los días del año a la iglesia donde esta compañía espiritual estuviese fundada” “cantando un tercio del Santo Rosario y después las letanías de nuestra señora” y “acompañando con la meditación de los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos que correspondiesen a los ofrecimientos de aquella noche”. En referencia a la organización de la comitiva, fray Pablo estableció que debía salir “llevando por guía una santa cruz y dos faroles altos colaterales con luces, y presidiendo un pendón y en él una imagen de la virgen santísima nuestra señora con el título y vocación que se eligiese, y 4 faroles colaterales con sus luces”. Además para mejor alumbramiento del coro del Santo Rosario se podían disponer de 2 a 4 faroles de mano que se procurara fueran de aceite para evitar el costo de cera. Sobre las mujeres se dice que “se les permite los días festivos y Domingos su asistencia por ser función que se hace de día pero por ningún pretexto se les permitirá asistir de noche a los coros del Santo Rosario”. La primera salida de un rosario público se efectuó el 7 de Febrero de 1691 desde el convento de Capuchinos de Cádiz.
2.2 Rosarios públicos fundados por fray Pablo de Cádiz
Según relata fray Pablo en su libro, funda hasta 16 rosarios públicos en Cádiz[13]. De ellos, el primero y más conocido es el Rosario de la Encarnación, actualmente conocido como de la Palma, cofradía que todavía perdura y de gran devoción entre los gaditanos los cuales atribuyen a la Virgen de la Palma conjuntamente con la del Rosario la detención de las aguas en el maremoto del 1 de Noviembre de 1755.
Fray Pablo fundó además un buen número de rosarios públicos por toda la provincia[14]. De ello lo que nos interesa es que fundó tres en Alcalá de los Gazules[15]. En total fray Pablo llegó a erigir un total de 45-50 rosarios públicos[16] antes de su repentina muerte en Conil en 1694.
2.3 Tipos de rosarios públicos
Los rosarios se pueden tipificar de varios modos. Así, atendiendo a la hora de salida se pueden clasificar en de prima noche (diarios, al toque de oraciones) y de madrugada o aurora (festivos, 3 de la mañana). Como vemos en la actualidad se han sustituidos por los llamados de antorchas (al caer la tarde) y de la aurora que, aunque conservan el nombre, se suelen hacer sobre las 8-9 de la mañana.
Atendiendo a su periodicidad pueden ser diarios o extraordinarios. Dentro de esta segunda división nos los encontramos de Gala (en la festividad de la titular), de Ánimas (en Noviembre), Penitenciales (en Cuaresma) y de acción de Gracias (o de rogativas).
3. ROSARIOS PÚBLICOS EN ALCALÁ
3.1 Rosarios fundados por fray Pablo en Alcalá
El Rosario del Señor San José
El primer rosario público del que tenemos noticias en Alcalá es el del señor San José. Así, Alonso González pide en su testamento de 3 de Septiembre de 1693 que acompañen en su entierro “los germanos del rosario de la ermita del señor San Joseph”[17]. Este rosario no debe confundirse con la cofradía del patriarca San José de la cual se tienen datos al menos desde 1691[18]. La vida de este rosario público debió ser efímera ya que el último dato que hemos podido localizar es del año 1695 donde varias personas piden el acompañamiento del “santo rosario del señor san joseph” en sus entierros[19].
El Rosario del Señor San Jorge
Este rosario público estaba radicado en la iglesia parroquial de San Jorge y la primera noticia que tenemos del mismo data del 4 de Septiembre de 1693 donde Domingo Madero pide que en su entierro le acompañen “los germanos del rosario del sor. san jorge”[20]. Son varias las menciones durante estos años aunque de nuevo su existencia es efímera. Así, el último dato localizado es de Junio de 1697 en que Juan Guillén Crespo pide que le acompañen en su entierro “los germanos del rosario de la parroquial de san george”[21].
El Rosario de la ermita de la Santa Cruz o de la Soledad
Este sería el último de los rosarios fundados en Alcalá por fray Pablo de Cádiz. El primer dato de que tenemos constancia data del 9 de Septiembre de 1693, donde Gaspar Ramos pide que le acompañen en su entierro “el rosario de la santa cruz”[22]. Más adelante, nos encontramos la disposición de Juan Martín Román donde pide ser enterrado “en la iglesia de nª sª de la Soledad en la Santa Cruz con el oficio de los hos del rosario de donde es germano”[23]. Luego este rosario nos aparece como el “rosario de la soledad”[24], mientras que en otras referencias nos aparece como el “rosario de la ermita de la santa cruz”[25]. Como vemos ambas denominaciones parecen hacer referencia a un mismo rosario que probablemente estaría advocado de Nuestra Señora de la Soledad y que residiría en la ermita de la Santa Cruz donde estaba esta imagen que tenía cofradía propia desde principios del XVII. Así nos lo aclara por ejemplo el testamento de María Rodríguez donde pide ser enterrada en la “ermita de la Sta. crus debajo de la peana de nª sª de la soledad”[26]. En cuanto a la duración de este rosario de nuevo fue efímera, el último dato es de Abril de 1697[27].
Vemos como los 3 rosarios aparecen en Septiembre de 1693, esta fecha podría coincidir con la de las predicaciones de fray Pablo en Alcalá de los Gazules, igualmente los 3 desaparecen muy pronto, intentaremos dar una explicación en el próximo punto.
3.2 La expansión del fenómeno rosariano
El Rosario del Señor Santo Domingo
Parecía bastante extraño que, habida cuenta de la relación existente entre la orden de Predicadores y la devoción al Rosario, no hubiera desde los comienzos un rosario público dentro de este convento. Sin embargo, los datos que hemos encontrado nos demuestran que este rosario fue posterior y con algunas particularidades que veremos más adelante.
El primer dato de este rosario lo encontramos en el testamento de Ana de Flores, la cual pide ser sepultada en el convento de santo Domingo en una sepultura propia “con el oficio que se acostumbra a hacer a las hermanas del Smo. rosario de dho combento de donde io lo soy”[28]. Este dato es interesante porque hasta ahora no se conocían rosarios de mujeres hasta 1718 en que aparece uno en Tarifa[29] o 1735 en que aparece el de la iglesia de Santa Cruz de Sevilla[30], de ser correcta esta afirmación estaríamos ante el primer caso documentado de un rosario femenino en Andalucía. De todos modos, por el texto no termina de quedar claro si se trata de un rosario exclusivo para mujeres o de un rosario masculino que permitía salir a mujeres o que tenía adscrito un rosario femenino. Esto último podría ser lo correcto habida cuenta de, por ejemplo, el testamento de Francisco Moreno que pide ser enterrado en la ermita del señor San José con “el oficio que acostumbran a hazer a los heros. del sto. rosario del sor. sto. Domingo”[31].
De nuevo, en el testamento de María de Mussa podemos leer que esta pide ser enterrada “con el ofisio que se acostumbra haser a las hermanas del Sto. rosario del Sor. sto. Domingo”[32]. El último dato de este rosario lo encontramos en las disposiciones de la mujer de Pedro Domínguez, la cual pide en Junio de 1698 “que su cuerpo sea sepultado en la Parroquial desta villa en la capilla de Nuestra Señora de los Remedios con el oficio que se acostumbra hazer a las hermanas del Sto. Rosario de Sor Sto. Domingo de donde la sussodicha lo era”[33].
A partir de esta fecha desaparecen las menciones a los rosarios públicos en Alcalá aunque no sería de extrañar que continuaran existiendo o incluso que aparecieran otros nuevos más adelante en especial a partir de 1720 en que este fenómeno parece reaparecer. Otro punto interesante a investigar es por qué desaparecen los 3 primeros rosarios y aparece este otro radicado en Santo Domingo, quizás la orden de Predicadores interviniera obligando a que la devoción rosariana fuera encauzada a través de ellos, quizás fue una simple casualidad. Sin embargo, se abren una serie de interesantes interrogantes que merecen un estudio profundo de una parte de nuestra historia que permanece casi en el olvido a pesar de que, como hemos visto, fue de las formas de piedad popular predilectas de nuestros antepasados.
[1] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, Francisco, “La Religiosidad Popular gaditana a través de las disposiciones testamentarias del Siglo XVI”, en Trocadero, Cádiz, 2006, en prensa.
[2] Archivo Histórico Provincial de Cádiz (AHPC), testamento de Estefanía Ramírez, 05/07/1587, leg. PR23, s/f.
[3] AHPC, testamento de Juan Maldonado, 23/03/1577, leg. CO1, ff. 31-33.
[4] AHPC, testamento de Marina Ruiz, 19/04/1587, leg. RO29, s/f. En este testamento aparecen también las hermandades de Ánimas, Santísimo Sacramento, Concepción, Encarnación y Santa Lucía. También aparecen ese mismo año referencias a las cofradías de la Misericordia y Vera Cruz (con iglesia propia).
[5] AHPC, testamento de Catalina López, 16/01/1570, leg. ME71, ff. 279-280. Aparece junto a las hermandades de Nª Sª de la Paz, Vera Cruz y Misericordia. Ese mismo año aparecen referenciadas las de San Juan y San Benito.
[6] AHPC, 12/10/1551, leg. AL394, s/f.
[7] Existía por supuesto una gran devoción a Nuestra Señora de los Santos, pero no hay datos de una cofradía en torno suya hasta el último tercio del siglo XVII.
[8] AHPC, testamento de Catalina de Ortega, 1623, s/f.
[9] JÁCOME GONZÁLEZ, José y ANTÓN PORTILLO, Jesús: “Apuntes histórico-artísticos de Jerez de la Frontera en el siglo XVIII”, en Revista de Historia de Jerez, nº 6, 2000, p. 193.
[10] ROMERO MENSAQUE, Carlos. “Fray Pablo de Cádiz y la influencia capuchina en la conformación de los rosarios públicos”, en Perfiles del aire, Nº 10, Sevilla, 2003, pp. 7-13.
[11] ROMERO MENSAQUE, Carlos. “El Rosario en Sevilla”, Sevilla, 1990.
[12] CÁDIZ, fray Pablo de. “Triunfo glorioso de el Santísissimo Rosario por la compañía espiritual del Ave María”, Cádiz, 1693.
[13] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, Francisco y ROMERO MENSAQUE, Carlos. “Los Rosarios Públicos, origen de una Hermandad”. En prensa.
[14] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, Francisco, “Los rosarios públicos en Tarifa (I). La devoción al Rosario y los rosario públicos”, en Aljaranda, nº 59, pp. 14-19.
[15] SEVILLA, fray Isidoro de. “La nube de Occidente. Vida y virtudes de [...] fray Pablo de Cádiz”, Cádiz, 1702.
[16] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, Francisco. “Historia de los Rosarios Públicos en Cádiz” en Actas del Congreso Internacional del Rosario, Sevilla, 2004, pp. 419-424.
[17] AHPC, testamento de Alonso González, 03/09/1693, leg. AL368, ff. 116-118.
[18] AHPC, testamento de Isabel Lorenzo, 02/08/1691, leg. AL368, s/f. Aparece mencionada junto a las cofradías de Dulce Nombre de Jesús y Expiración.
[19] AHPC, testamento de Domingo Muñoz, 16/09/1695, leg. AL351, s/f. Véase también AHPC, testamento de Alonso Pérez, 07/11/1695, leg. AL351, s/f
[20] AHPC, testamento de Domingo Madero, 04/09/1693, leg. AL368, s/f.
[21] AHPC, testamento de Juan Guillén Crespo, 26/06/1697, leg. AL351, s/f.
[22] AHPC, testamento de Gaspar Ramos, 09/09/1693, leg. AL368, ff. 144-145.
[23] AHPC, testamento de Juan Martín Román, 21/03/1694, leg. AL368, f. 358.
[24] AHPC, testamento de Domingo Lorido, 15/06/1694, leg. AL368, s/f.
[25] AHPC, testamento de Begoña Ramos, 22/12/1696, leg, AL351, s/f.
[26] AHPC, testamento de María Rodríguez, 09/10/1694, leg. AL368, f. 417.
[27] AHPC, testamento de Juan Benítez Gasporro, 06/04/1697, leg. AL351, ff. 47-49.
[28] AHPC, testamento de Ana de Flores, 28/05/1697, leg. AL351, s/f.
[29] PATRÓN SANDOVAL, Juan Antonio: “Los rosarios públicos en Tarifa (y II)”, en Aljaranda, nº 59, pp. 20-30.
[30] ROMERO MENSAQUE, Carlos J. El Rosario en Sevilla. Historia de la devoción. Sevilla. 2004.
[31] AHPC, testamento de Francisco Moreno, 10/06/1698, leg. AL351, s/f.
[32] AHPC, testamento de María de Mussa, 16/03/1698. leg. AL351, s/f.
[33] AHPC, testamento en virtud de poder de la mujer de Pedro Domínguez, 15/06/1698, leg. AL351, s/f.