viernes, 10 de agosto de 2007

APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DEL PATRIMONIO IMAGINERO EN ALCALÁ DE LOS GAZULES (*)

* Publicado en la revista Nuestro Patrimonio del año 2007

Francisco Espinosa de los Monteros Sánchez


Los estudios sobre el patrimonio escultórico en Alcalá de los Gazules son pocos y en la mayoría de las veces limitados a las obras procesionales o pertenecientes a cofradías. Todo esto ha hecho que la mayor parte de las obras alojadas en nuestros templos permanezcan anónimas o con atribuciones realizadas con escaso rigor científico. Y eso que la calidad de las citadas imágenes (a pesar de las desafortunadas restauraciones que se han hecho hasta fechas relativamente recientes) merece un estudio que las ponga en valor y las rescate del olvido.

Alcalá de los Gazules fue un término de gran importancia en época medieval y hasta tiempos relativamente recientes. Así, por ejemplo, en 1.587 era, con unos 7.500 habitantes, la segunda ciudad del obispado (con población similar a Vejer y Jimena) tras Medina Sidonia y por delante de ciudades como la misma Cádiz, Tarifa, Chiclana o Gibraltar. Eso hizo que gozara de una buena economía y de capacidad para encargar templos, retablos e imágenes a los más afamados escultores de las inmediaciones. Así, en principio se demandan obras de la escuela sevillana para, con la consolidación de los talleres locales, se empiecen a demandar en el siglo XVIII obras mayoritariamente de los talleres gaditanos y jerezanos (especialmente de estos últimos que coparon casi toda la producción retablística de la zona) aunque sin perder la vista a lo que se seguía haciendo en la capital sevillana. Es durante este siglo XVIII en el que se hacen mayor número de encargos ya fuera de nueva hechura o para sustituir a imágenes y retablos antiguos que habían quedado fuera del gusto estético imperante. Así, se traen imágenes procedentes de Cádiz, en su mayor parte procedentes de los escultores genoveses que allí se establecieron; o de Jerez, procedentes de escultores que establecieron su taller en esa ciudad pero irradiando obras para toda la sierra gaditana.

Con este estudio pretendemos hacer un poco de recapitulación del estado de la cuestión sobre el patrimonio escultórico en Alcalá de los Gazules así como aportar algunas novedades que hemos ido publicando dispersas en diferentes medios escritos. Para ello analizaremos las obras más destacadas teniendo como guía la excelente guía artística de la provincia de Cádiz recientemente editada y que ya aporta novedades importantes al respecto, estando la parte correspondiente a Alcalá de los Gazules a cargo de los hermanos Juan y Lorenzo Alonso de la Sierra[1]. En base al objetivo y alcance de esta publicación intentaremos dejar a un lado estudios más profundos sobre las diferentes tallas, para hacer así la lectura de este texto más amena y cercana al público en general.

En primer lugar haremos una aproximación al movimiento cofrade en Alcalá de los Gazules en la antigüedad ya que las hermandades fueron un frecuente foco de encargos y han sabido conservar su patrimonio más o menos airosamente. Luego analizaremos las distintas tallas que pertenecen a hermandades actuales para finalmente hacer un análisis de la imaginería de mayor relevancia en los templos alcalaínos.


1. BREVE PANORÁMICA DEL FENÓMENO COFRADE EN LA ANTIGÜEDAD

Como el resto de localidades de la zona, Alcalá de los Gazules tuvo en la antigüedad un elevado número de cofradías de todo tipo. El patrón de implantación de las mismas es común a otros lugares, siendo las cofradías dedicadas al culto al Santísimo Sacramento[2] y a las Benditas Ánimas del Purgatorio (estas dos siempre en la iglesia mayor de cada localidad[3]) y la asistencial de la Misericordia[4], esta última asociada al hospital del mismo nombre, de las primeras en establecerse junto a hermandades gremiales en torno al algún santo que, en el caso de Alcalá, debieron ser San Sebastián[5] y San Antón, para aparecer más adelante las de San Juan Bautista y la de San José[6].

La primera cofradía penitencial fue sin dudarlo la de la Santa Vera-Cruz la cual existe desde mediados del siglo XVI. Efectivamente, la cofradía existía ya en fecha tan antigua como 1558[7], fecha en que Juana Martín pide en su testamento “me aconpanen la santa misericordia e la santa vera cruz y que por ello se les pague lo q costumbre”[8]. La cofradía tenía su propia ermita en la plaza de la cruz, actual plaza de la Alameda, en la cual enterraban a sus cofrades, como el caso de Juan Sillero quien en 1578 se declara hermano de la Vera-Cruz y pide ser enterrado en la ermita de dicha cofradía[9].

A esta le sucedieron otras cofradías como son la del Nazareno, Soledad, Dulce Nombre (esta fue primero cofradía de gloria pero toma un titular de penitencia en la segunda mitad del siglo XVII para luego escindirse en dos al menos desde 1691) o Columna de las que hablaremos más ampliamente más adelante. También parece que en Alcalá hubo una Venerable Orden Tercera de siervos de Nuestra Señora de los Dolores, extremo este que estamos investigando en estos momentos. Otra devoción alcalaína de la que no nos consta que llegara a formar cofradía fue la del Santísimo Cristo de la Sangre, imagen que estaba en la iglesia de Santo Domingo al menos desde principios del siglo XVIII[10].

En cuanto a las cofradías fundadas en torno a imágenes marianas la más antigua fue probablemente la de Santa María de la Consolación, devoción esta con gran arraigo en la zona en el siglo XVI[11]. La existencia de una cofradía con ermita propia está documentada en Alcalá al menos desde 1564 donde aparece mencionada en el testamento de Francisco Muñoz[12]. En dicha ermita, reformada en 1580 por el albañil alcalaíno Luis Sánchez[13], se establece el convento de Mínimos de la Victoria a finales del XVI[14] hasta que se traslada un siglo después a su actual localización ahora como iglesia de la Victoria[15].

La siguiente cofradía de gloria en aparecer debió ser la de Nuestra Señora del Rosario, cofradía que como es sabido encarga su titular al insigne escultor Juan Martínez Montañés en 1590, imagen que se afortunadamente se conserva hoy día[16]. Recientemente hemos encontrado datos de la existencia de la cofradía del Rosario de Alcalá en 1571 donde Alonso Ruiz pide en su testamento que “me acompanen las cofradias de la sta mysericordia y de la veracruz y de nra señora del rosario”[17]. Esta cofradía gozó de gran popularidad antaño, tanto que en 1634 el platero jerezano Juan Díaz de Mendoza le había realizado andas de plata[18].

Más adelante aparece la cofradía de Nuestra Señora de los Santos que debió ser algo posterior aunque la existencia de la ermita e imagen es muy anterior. Esta cofradía encarga también entre 1675-80 andas de plata al platero jerezano Juan Díaz de Mendoza[19]. Por último, al menos desde principios del siglo XVIII tenemos también la hermandad del Carmen. Efectivamente, Luis Ignacio Morales Maldonado, duque de Estrada y natural de Gibraltar, deja en su testamento datado en 1706 por heredera a la cofradía de Nuestra Señora del Carmen sita en el convento de la Victoria: “y lo en el contenido del remaniente que quedare de todos mis vienes dexo nombrada e ynstituyo poy mi lexitima y unibersal heredera de ttodos que de presente tengo y en adelante tubiere a la Cofradia de nra sra del Carmen zita en dho Convto de nro Padre sn franco de paula desta villa para ayuda a la Capilla cuya obra quiero y es mi voluntad lo haga por mano del Padre fr franco Cavallero Corrector de dho Convento no obstante que aya cumplido con dho Cargo sobre que le encargo la consienzia” [20]. Como se puede apreciar por este documento la cofradía llevaba muy poco tiempo fundada y este donante deja dinero para que hagan su capilla.

Con la llegada de las órdenes religiosas a Alcalá, se fundan algunas cofradías con las devociones particulares de los frailes. Así, los dominicos fundan las cofradías ya mencionadas del Rosario y Dulce Nombre de Jesús (ambas potestad de los dominicos) mientras los Mínimos, ante la imposibilidad de fundar una cofradía de la Soledad[21] (que ya estaría fundada en la ermita del mismo nombre), fundan la del Nazareno así como movimientos que rindieran culto a San Francisco de Paula, ya fuera bajo la forma de hermandad[22] u Venerable Orden Tercera.

Por último, debido al auge de la devoción al rezo del rosario a finales del XVII aparecen en Alcalá hermandades del rosario de efímera existencia, constatándose al menos las del señor San José, señor San Jorge, Santa Cruz o Soledad y Santo Domingo[23].

Todas estas hermandades encargaron imágenes para sus procesiones y cultos, buena parte de ellas se conservan repartidas por los distintos templos de la localidad. En el siguiente apartado analizaremos las tallas procesionales que actualmente pertenecen a cofradías.


2. IMAGINERÍA PROCESIONAL

2.1. Iglesia de San Jorge Mártir

En la actualidad residen en esta iglesia tres hermandades: Santo Entierro, Columna y Perdón. La hermandad del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad, aunque procesiona como tal desde mediados del siglo XX, tiene sus orígenes en la ermita y cofradía de la Soledad la cual debe ser de principios del XVII, puede que antes, existiendo ya en 1621[24]. La imagen del Cristo Yacente, a pesar de los papeles encontrados en su interior que sostenían la supuesta autoría de Juan de Mesa, nos parece más de un seguidor de Montañés como es el escultor Francisco de Villegas el cual realiza innumerables trabajos en la diócesis de Cádiz en la primera mitad del siglo XVII[25]. Las imágenes de la Virgen de la Soledad, San Juan evangelista y Santa María Magdalena es probable que sean tallas del foco jerezano de mediados del XVIII. Sin embargo, la desafortunada intervención de Miguel Láinez Capote de mediados del siglo XX ha borrado buena parte (si no toda) de la impronta original.

La Hermandad del Cristo atado a la Columna, Nuestra Señora de las Lágrimas y San Juan Evangelista, fue fundada en el convento de Santo Domingo a finales del siglo XVII, estableciéndose en su actual ubicación tras la desamortización de 1835. Efectivamente Cristóbal Jiménez de Zurita, clérigo de menores, en su testamento datado en 1700 nombra entre las cofradías de las que era hermano a la del “santo christo de la coluna”[26]. Probablemente esta cofradía se extingió por alguna razón y luego se vuelve a refundar en 1715 unida a la de las Ánimas. Se tiene constancia documental de que las imágenes del Cristo, dolorosa y San Juan se ejecutan en Jerez en la década de los 30 del siglo XVIII. En base a este dato y a las semejanzas entre obras documentadas o atribuidas a este escultor (caso del San José de Rota, la virgen de los Remedios de Jerez o el San Juan de la cofradía del Amor jerezana) las tres imágenes se pueden atribuir al escultor Francisco Camacho de Mendoza. Sin embargo es de destacar el lamentable estado de conservación del San Juan cuyos desafortunados repintes hacen que la imagen pierda muchos de sus valores estéticos primitivos.

La última de las hermandades radicada en este templo es la del Santísimo Cristo del Perdón. Esta hermandad fue fundada en la posguerra para dar culto a un crucificado, popularmente conocido como el Silencio, que procede del convento de Santo Domingo y más concretamente de la hermandad del Dulce Nombre de Jesús (luego de la Expiración). Recientemente dimos a conocer que este crucificado fue encargado al escultor Francisco de Gálvez y Guzmán, vecino de Jerez, en 1666[27] (el dato fue descubierto por los investigadores jerezanos Jácome y Antón pero no se había puesto en relación con la imagen alcalaína[28]), recibiendo la advocación de la Expiración. Efectivamente, en ese documento se dice que “Sepan cuantos esta carta bieren como yo Francisco de Galvez y Guzman vecino que soy desta muy noble y muy leal ciudad de xeres de la frontera en la collasion de san miguel calle honda como maestro escultor que soy otorgo y consierto en fabor de la cofradia del dulsisimo nombre de jesus sita en el convento de santo domingo de la billa de alcala de los gazules y de domingo balberde su mayordomo vecino de la dicha billa que esta presente y de los demas hermanos mayores y mayordomos que ... y digo que por quanto yo estoy obligado y consertado con dicho domingo balberde de haser una hechura de un santo crucifijo de la espirasion de manufatura de madera y encarnasion, acabado y perfesion a toda mi costa en presio todo ello de dusientos ducados de moneda de bellon acabado a mi costa dentro de seys meses contados desde oy i a cuenta se me an de dar luego sesenta ducados y lo demas se me a de yr dando como fuere obrando en la dicha hechura”. Este documento se firma en “nuebe dias del mes de agosto de mil y seiscientos y sesenta y seys años siendo testigos sebastian albares y alonso matamoros y francisco toledano vecinos desta dicha ciudad de Xeres”. Se trata por tanto de la única talla procesional antigua documentada de Alcalá de los Gazules. Desgraciadamente la imagen fue intervenida en los años 50 del pasado siglo por el escultor gaditano Láinez Capote quien le hace las piernas nuevas. La imagen presenta además un pésimo repinte generalizado que empobrece enormemente la calidad de la imagen, procedente al parecer de una intervención posterior del jerezano Pinto Berraquero en los años 80. Bien necesario sería de someter a una restauración a esta imagen que le devolviera al menos parte de sus primitivos valores estéticos.

2.2. Iglesia de San Francisco (la Victoria)

En esta iglesia solo perdura una hermandad, la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, hermandad fundada en torno a 1616 en dicho convento donde siempre ha residido (aunque no en su actual ubicación sino en su primitivo emplazamiento en San Antonio) [29]. La imagen del Nazareno es una obra atribuida con acierto al escultor José Montes de Oca y probablemente realizada en torno a 1730-40 dentro de las distintas reformas que se llevaron a cabo en esa iglesia. La imagen de Nuestra Señora de los Dolores, aunque ha sido atribuida por algún autor al círculo de los Astorga, preferimos mantenerla como imagen anónima del siglo XIX y de marcado carácter academicista. Ambas imágenes están colocadas en sendos retablos de talleres jerezanos del siglo XVIII[30]. En el caso del Nazareno este ha sufrido algunas reformas posteriores mientras que el retablo de la dolorosa debe proceder de la ermita de la Vera-Cruz.

2.3. Santuario de Nuestra Señora de los Santos

La hermandad de los Santos, como hemos dicho debió fundarse en el último tercio del siglo XVII para dar culto a la venerada imagen y patrona de la localidad. Sin embargo, los orígenes de esta talla y ermita son mucho anteriores, pudiéndose fechar como imagen del siglo XVI aunque con distintas intervenciones posteriores para adaptarla a imagen de vestir. Luce en un retablo datable en la segunda mitad del XVIII y probablemente adscribible a los talleres jerezanos como la mayoría de los retablos que se conservan en Alcalá de los Gazules.


3. IMAGINERÍA NO PROCESIONAL

En este apartado vamos a hacer un análisis de las imágenes de valor artístico relevante que se conservan en los distintos templos alcalaínos y que en la actualidad no pertenecen a cofradía alguna, aunque en el caso de alguna de ellas sí que perteneció a alguna de estas corporaciones en el pasado.

3.1. Iglesia de San Jorge Mártir

Dentro de esta iglesia se encuentran conjuntos de gran valor artístico aunque como anteriormente nos centraremos sólo en la vertiente escultórica. El retablo mayor, obra datable a mediados del XVIII y de talleres jerezanos, alberga imágenes de distinta datación. Quizás la imagen de más interés es la Inmaculada, datable en la primera mitad del XVII y cercana en nuestra opinión al quehacer de Francisco de Villegas (en 1609 el escultor residente en Jerez Hernando Lamberto contrata una imagen de Nuestra Señora de los Ángeles para el convento de Santo Domingo pero no creemos que se trate de esta talla que no coincide en iconografía ni tampoco con el estilo de este escultor[31]). El resto de imágenes de este retablo deben ser contemporáneas al retablo y procedentes de talleres jerezanos. Delante de la mesa del altar encontramos un excelente crucificado que recientemente hemos atribuido al escultor genovés residente en Cádiz Francesco Maria Maggio[32].

En el lado de la epístola destacan la capilla del sagrario y la antigua de la Inmaculada. La primera de ellas alberga imágenes de gran valor. De izquierda a derecha nos encontramos en primer lugar con la imagen de Nuestra Señora del Rosario que, procedente del convento de Santo Domingo, realizó Juan Martínez Montañés para la extinta cofradía del Rosario. Otra imagen de la virgen del Rosario, en este caso de los talleres genoveses establecidos en Cádiz, se venera en un retablo de mediados del XVIII. En una de las hornacinas laterales hay una interesante imagen de Santa Isabel de Hungría con un mendigo, pensamos que esta imagen está relacionada con la dolorosa Servita de Cádiz con la que comparte un gran parecido y se puede adjudicar por tanto al círculo del escultor genovés Anton María Maragliano[33] y en particular a Pietro Galleano[34]. Al parecer esta imagen fue realizada sobre 1750 para el gaditano templo de los descalzos. En otra hornacina se encuentra una imagen de San Antón abad, quizás procedente de su ermita.

En la antigua capilla de la Inmaculada están ubicadas en la actualidad las imágenes titulares de la hermandad de Columna de las que ya hemos hablado anteriormente. Además hay un interesante retablo jerezano vinculable al retablista Agustín de Medina y Flores[35], con escultura de Diego Roldán[36], y realizado en torno a 1740 cuando el Medina se encontraba trabajando en el coro de esta iglesia.

En el retablo colateral del lado del evangelio, datable a mediados del XVIII se venera una virgen gloriosa de esa misma época. En el lado de evangelio hay también una interesante talla de mediana estatura de una dolorosa de talla completa. Pensamos que esta imagen debió formar parte de un calvario, probablemente el de la cofradía de la Vera-Cruz. Recientemente hemos atribuido esta dolorosa al escultor sevillano afincado en Jerez Diego Roldán Serrallonga[37] por su enorme parecido con obras documentadas del artista[38].

Destacar también la capilla donde está la hermandad del Santo Entierro donde, aparte de las tallas de la hermandad antes mencionadas, sobresale un interesante crucifijo de mediados del XVI que según algunos podría ser el antiguo titular de la hermandad de la Vera-Cruz aunque hay también constancia de la existencia de un crucificado advocado de la Viga en esta iglesia en el siglo XVIII y que quizás pueda tratarse de este.

Por último reseñar un interesante busto que se conserva fuera del culto en un cuarto situado detrás del altar mayor[39]. Se trataría de una imagen de vestir de una dolorosa (las manos al parecer se han perdido) y que se puede adscribir de nuevo a los talleres jerezanos y, en particular al círculo de Francisco Camacho de Mendoza. La imagen probablemente pertenecería a alguna de las hermandades penitenciales de Alcalá aunque no hemos podido recabar ningún dato al respecto. Bien merecería la imagen que, tras una debida restauración, fuera repuesta al culto ya que se trata de una de las dolorosas de más calidad que se poseen en la localidad.

3.2. Iglesia de San Francisco (la Victoria)

En esta iglesia se conservan también obras de notable valor artístico. Tanto la Virgen de la Victoria[40] del altar mayor como el San Francisco de Paula del altar colateral del lado de la epístola nos parecen obras vinculables con el escultor jerezano Francisco Camacho de Mendoza[41]. También nos parecen de mediados del XVIII y probablemente relacionados con talleres jerezanos las tallas de San Antonio del lado del evangelio y el San José con el niño[42] situado en un pequeño retablo en el lado de la epístola. Hay que destacar por último, a pesar de los repintes, el crucificado que aparece colgado de la pared en el lado del evangelio. Este crucificado que según algunos podría ser el antiguo titular de la cofradía de la Vera-Cruz nos parece una imagen datable a finales del XVI o principios del XVII y claramente vinculable a la escuela sevillana[43].

3.3. Santuario de Nuestra Señora de los Santos

Aunque el centro devocional del santuario lo copa la imagen de la patrona, hay otras imágenes dignas de reseña. Tanto las imágenes del retablo como el resto, destacando por su calidad el crucificado y los ángeles lampareros, se pueden adjudicar a talleres jerezanos del último tercio del siglo XVIII, fecha de construcción del retablo camarín que alberga a la virgen de los Santos. En particular el crucificado parece también tener influencias genovesas visibles en el tratamiento del torso, cortedad de brazos y otros detalles anatómicos aunque podría tratarse de un artista que aprende con alguno de los genoveses establecidos en la zona y no necesariamente de un artista de esta región italiana. Parece asimismo que tiene un repolicromado bastante grueso que quizás oculte algunos elementos originales.


Notas:

[1] ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, J. y L.: “Alcalá de los Gazules”, en VV.AA.: Guía Artística de Cádiz y su provincia, Tomo II, Sevilla, 2005, pp. 220-225. Para no repetirnos en exceso y, cuando no se indique lo contrario, los datos artísticos publicados en los apartados 2 y 3 provienen de esta publicación.
[2] De esta cofradía hay datos al menos desde 1578 aunque probablemente debió ser anterior. Véase el testamento de Fernando Benítez donde pide le acompañen en su entierro las cofradías de Vera-Cruz, Misericordia, Rosario y Santísimo Sacramento (Archivo Histórico Provincial de Cádiz (AHPC). Alcalá de los Gazules. Legajo ALC104. Notario Juan Mondragón. 30/7/1578. s/f).
[3] De todos modos era frecuente también el establecimiento de cofradías de Ánimas en conventos como fue el caso de las de Santo Domingo (unida a la de Columna) y San Francisco de Paula.
[4] De esta cofradía hay constancia al menos desde 1546 en su propio hospital. Así aparece mencionada en el testamento del jurado Alonso Ruiz de Lora datado el 8 de Agosto de dicho año (Archivo Histórico Nacional, Clero, Legajo 1447, s/f).
[5] Existente al menos desde 1657 en su propia ermita. Véase Archivo Histórico Diocesano de Cádiz (AHDC), Visitas Pastorales, Legajo 504, s/f. La ermita se debía estar construyendo en 1546 ya que en el testamento mencionado en la nota 4 dice “Mando para la obra de senor san sebastian un real”.
[6] En el artículo que escribimos el año pasado para esta publicación dedicado a los Rosarios Públicos en Alcalá de los Gazules dimos la referencia de la existencia de un Rosario de mujeres del señor San José sito en su propia ermita ya desde 1693 que hasta el momento es el más antiguo Rosario de mujeres conocido en Andalucía. Asimismo publicamos la existencia de una cofradía en torno a este santo ya en 1691. Véase ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, F.: “Historia de los Rosarios Públicos en Alcalá de los Gazules”, en Nuestro Patrimonio, Alcalá de los Gazules, 2006.
[7] Esto situaría a la cofradía de la Vera-Cruz, caso de existir, en el tercer lugar de antigüedad de la diócesis de Cádiz y Ceuta tras las cofradías de la Vera-Cruz de Puerto Real (1551) y Chiclana de la Frontera (1554).
[8] AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC394. Notario Alonso Rodríguez. 15/05/1558. s/f. Ese mismo año hay otro testamento de María García la cual se declara hermana de Misericordia y Vera Cruz, pidiendo ser enterrada en Santo Domingo (véase AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC394. Notario Alonso Rodríguez. 12/06/1558. s/f).
[9] AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC104. Notario Juan Mondragón. 26/10/1578. s/f.
[10] AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC154. Notario Carlos Fierro. 04/01/1704. ff. 397-400. En este testamento Beatriz Feliciana Calderón deja varias misas ante la imagen del Cristo de la Sangre del convento de Santo Domingo.
[11] Recientemente hemos publicado un trabajo sobre el arraigo de esta devoción en la comarca, alguna de las hermandades en torno a ella son de finales del siglo XV. Véase ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, F.: “Noticias sobre una hermandad medieval jerezana. La Cofradía de Nuestra Señora Santa María de la Consolación”, en Asidonense, nº 2, 2007, en prensa.
[12] AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC378. Notario Juan de Fuentes. s/f.
[13] AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC104. Notario Juan Mondragón. ff. 249-251.
[14] La existencia de esta hermandad debió ser efímera ya que el 17 de diciembre de 1589 los cofrades de la Consolación hacen entrega al convento de todas las memorias y dotaciones pertenecientes a la Hermandad, lo cual es símbolo inequívoco de que la hermandad estaría casi extinguida
[15] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, F.: Datos sobre el convento de Mínimos y la cofradía del Nazareno de Alcalá de los Gazules, conferencia pronunciada el 17 de Junio de 2005, parcialmente impresa en el libro conmemorativo del 25 aniversario de la reorganización de la Hermandad del Nazareno editado en 2006.
[16] Se conocía por los trabajos de López Martínez la contratación de una imagen de esta advocación con este escultor, pero no fue hasta el año 1998 que no se puso en relación con Montañés la actual talla. Para más información véase GUERRA MARTÍNEZ, J.: “La virgen del Rosario de Martínez Montañés”, en Nuestro Patrimonio, Alcalá de los Gazules, 2000, pp. 90-94.
[17] AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC394. Notario Asencio Torreblanca. s/f.
[18] JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: “Apuntes Histórico Artísticos de Jerez de la Frontera en el siglo XVII”, en Revista de Historia de Jerez, nº 6, 2000, p. 193.
[19] JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: “Apuntes Histórico Artísticos de Jerez de la Frontera en los siglos XVI-XVIII (2ª serie)”, en Revista de Historia de Jerez, nº 7, 2001, p. 121. La fundación de la cofradía debe ser de estas fechas, en 1657 no existía como tal.
[20] AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC154. Notario Carlos Fierro. 27/02/1706. ff. 488-489. De esta cofradía se conserva todavía un libro en el archivo parroquial de la Victoria.
[21] Las grandes devociones de los Mínimos eran Nuestra Señora de la Victoria (a raíz de que esa es la imagen a la que se le atribuye la milagrosa toma de Málaga por los Reyes Católicos, ciudad donde se funda el primer convento de los Mínimos en España), Nuestra Señora de la Soledad (en recuerdo de la famosa imagen madrileña encargada por la reina Isabel de Valois al escultor Gaspar Becerra) y San Francisco de Paula (fundador de la orden).
[22] De esta cofradía hemos localizado numerosas referencias entre 1600 y 1620.
[23] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, F.: “Historia de los Rosarios…”
[24] Hay al parecer datos referentes a la existencia de la imagen ya en 1610 pero no los hemos podido corroborar. Véase TOSCANO DE PUELLES, F.: “De nuestra muy antigua Semana Santa”, en Boletín de la Hermandad del Nazareno de Alcalá de los Gazules, nº 4, 1992, p. 4.
[25] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, F.: “La imagen de Humildad y Paciencia de la Stma. Trinidad”, en Diario de Jerez, 28 de Enero de 2006.
[26] AHPC. Alcalá de los Gazules. Legajo ALC154. Notario Carlos Fierro. 24/05/1700. ff. 138-142.
[27] Ver nota 8.
[28] JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: “Apuntes Histórico Artísticos de Jerez de la Frontera en los siglos…, p. 112. Fue el historiador sevillano Antonio Torrejón Díaz quien nos advirtió de la existencia de esta referencia.
[29] Ver nota 8.
[30] En el caso del retablo de la dolorosa este habría pertenecido a la hermandad de la Vera-Cruz y parece del círculo de Andrés Benítez.
[31] JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: “Apuntes Histórico Artísticos de Jerez de la Frontera en los siglos…, p. 113.
[32] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, F. y PATRÓN SANDOVAL, J. A.: “Apuntes sobre la imaginería procesional tarifeña. Siglo XVIII (I)”, en Aljaranda, nº 58, 2005, pp. 16-23. En la sacristía de la iglesia prioral de San Sebastián de Puerto Real se conserva un crucificado casi idéntico a este y que adscribimos también al quehacer de Francesco Maria Maggio.
[33] Aunque no nos parece obra directa de la mano de Anton María Maragliano, sí que debe de ser de alguno de sus discípulos, entre ellos el más destacado es Pietro Galleano aunque también destacan Giovanni y Giovanni Battista Maragliano, sobrino e hijo de Anton María.
[34] Es con este escultor con el que encontramos mayor relación estilística, en especial con la imagen de la Madonna del Carmine de la chiesa de Diecimila Crocifissi de Génova, aunque la policromía de la imagen alcalaína guarda relación con la que realizaban los Mortola en Cádiz en esa época. Para más información véase CERVINI, F. y SANGUINETI, D.: Han tutta l'aria di Paradiso. Gruppi processionali di Anton Maria Maragliano tra Genova e Ovada, Génova, 2005.
[35] Para conocer mejor la figura de Agustín de Medina y Flores se pueden consultar los trabajos de ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, L.: “El retablista Agustín de Medina y Flores. Aproximación al estudio de su obra”, en Revista de Historia de Jerez, Jerez de la Frontera, 2002, nº 8, pp. 139-148; y AROCA VICENTI, F.: Arquitectura y urbanismo en el Jerez de la Frontera del siglo XVIII, Jerez de la Frontera, 2002, pp. 179-248. La presencia de Agustín de Medina y Flores en Alcalá de los Gazules ya ha sido documentada, véase AROCA VICENTI, Fernando: Arquitectura…, p. 239.
[36] Este escultor forma parte de la tercera generación de escultores de la saga iniciada por el genial Pedro Roldán y se trasladó de Sevilla a Jerez donde realiza gran cantidad de trabajos para la zona.
[37] ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, F.: “El Retablo de Ánimas de San Miguel”, en Jerez en Semana Santa. Hermandad del Santo Crucifijo, Jerez de la Frontera, 2.007, nº 11, en prensa.
[38] Recientemente se ha publicado un interesante trabajo comparativo que justifica la atribución de la imagen de la Esperanza de la Yedra de Jerez de la Frontera. Véase POMAR RODIL, P. J.: “Estudio Histórico y artístico”, en VV.AA: Nuestra Señora de la Esperanza. Proceso de restauración, Jerez de la Frontera, 2006, pp. 15-27.
[39] Agradecemos a Ismael Almagro Montes de Oca que nos pusiera al tanto y nos acompañara a ver esta interesante imagen.
[40] Sin embargo el retablo donde está alojada la titular del templo es posterior, de estilo neoclásico y datable a finales del XVIII al igual que el resto de imágenes de este retablo, vinculables probablemente a talleres gaditanos. El anterior retablo mayor (desaparecido) consta que fue dorado por Antonio Escudá sobre 1737.
[41] En el caso de la Virgen de la Victoria se pueden establecer paralelismos entre esta y las imágenes del documentado retablo de Ánimas de la parroquia jerezana de San Lucas. Sobre este escultor sigue plenamente vigente el trabajo de ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, L. y HERRERA GARCÍA, F. J.: “Aproximación a la escultura jerezana del siglo XVIII: Francisco Camacho de Mendoza”, en Atrio, nº 5, 1993, pp. 25-48.
[42] Esta pequeña imagen no exenta de calidad es posible que perteneciera a alguna de las corporaciones en torno a San José mencionadas anteriormente y nos parece, al menos el San José, cercano a las realizaciones del genovés afincado en Jerez Jacome Vaccaro. Parece que el nuevo párroco está fomentando un movimiento asociativo en torno a esta imagen, esperemos que este llegue a buen puerto.
[43] En el convento de Madre de Dios de Carmona (Sevilla) se conserva un crucificado que guarda ciertas semejanzas estilísticas con el crucificado de Alcalá y datable también por estas fechas.

No hay comentarios: